Nuestro niño interior y las heridas del Alma.
“Dentro de cada uno de nosotros hay un niño que grita: ¡Escucha! Estoy harto de que me ignores día tras día. Vas a trabajar, sales con amigos, duermes, comes, vives tu vida como si yo no existiera. Solo alguna vez me oyes cuando estás triste o en cama, pero en verdad ¿te importo? ¿Te preguntas alguna vez que es lo que yo quiero? He estado esperando a que me reconozcas, mis padres empezaron por olvidar partes de mí. Soy tus sueños, tus sentimientos y fantasías yo soy aquel que le gusta jugar, el que le gusta ser abrazado y que le digan te quiero, soy el niño que llevas dentro, yo soy tu. No me importa que ahora seas adulto ¿por qué esto significa que te tengas que olvidar de mí?”
Bruce Davis.
«Mi querido niño herido, estoy aquí por ti, listo para escucharte. Por favor, cuéntame tu sufrimiento, muéstrame todo tu dolor. Estoy aquí, escuchándote de veras.» Y si sabes volver a él, escucharle cada día durante cinco o diez minutos, la curación tendrá lugar. Cuando subas una bella montaña, invita al niño que hay dentro de ti a subir contigo. Cuando contemples una hermosa puesta de Sol, invítale a disfrutarla contigo. Si lo haces durante algunas semanas o meses, el niño herido que hay en ti se curará. La plena conciencia es la energía que puede ayudarnos a hacerlo”.
Thich Nhat Hanh
“Para cuidar de nosotros mismos, debemos volver y cuidar diariamente del niño herido que hay en nuestro interior. Debemos abrazarlo tiernamente, como un hermano o una hermana mayor. Hemos de hablarle. Cuando hablamos de escuchar con compasión, normalmente creemos que se refiere a escuchar a otra persona. Pero también debemos escuchar al niño herido que hay en nuestro interior. Está en nosotros aquí, en el momento presente. Y podemos curarlo ahora mismo.”
(Texto extraído del curso de la Escuela de desarrollo Transpersonal, Madrid, España.)