Cómo tener más tiempo en esta vida, sin necesidad de correr todo el día intentando alcanzar pronto la noche y llegar agotada con ansias de cerrar los ojos para luego despertar y comenzar la lucha diaria nuevamente.
En este día a día contemporáneo y acelerado es tan frecuente vivir como autómatas. Nuestra mente se rige por un piloto automático que nos lleva a encausarnos en la corriente de la vida. Suele suceder que nos acostumbramos a estar apurados, agitados, ocupados sin perder tiempo, en deuda siempre con miles de cosas que aún nos esperan por hacer.
En este progreso de saturación cognitiva perdemos la calma, la serenidad y el equilibrio vital que necesitamos para aquietar las aguas de nuestro interior.
¿No seríamos todos más calmos disfrutando de cada momento dándonos tiempo para reír, jugar con nuestros hijos sin ahogos? Tener tiempo para soñar, cantar con nuestros hijos, cachorrear con ellos en la cama, escuchar sus inquietudes, responder a cada pregunta lanzadas como dardos una tras otra y directo a nuestra impaciencia. Esperar, escuchar nuestro interior en paz…cerrar los ojos y recordar tiempos y momentos placenteros, ver nuestra vida en el interior de nuestra alma en silencio y calma….
Todo esto es una de las hermosas cosas que Felipe, mi hijo nacido con Síndrome de Down, ha venido a enseñarme y cual una excelente alumna intento practicar a diario. Cambiar el vértigo que me produce esta aceleración de la vida, soltar las rutinas extenuantes amoldadas por el ruido incesante y contaminante de una ciudad que mantiene atrapados nuestros anhelos.
Si generalizamos un poco y observamos en calma, veremos que esa prisa Felipe no la tiene. La vida fluye para él en el aquí y ahora. El movimiento pacífico del caudal interno del que goza, es un gran tesoro del cual deberíamos aprender todos. Si intentamos aplacar esa necesidad de hacer y hacer todo el día podríamos entender y saborear mucho mejor la vida abrazando cada instante en un mar de armonía.
Creo firmemente que nuestros cuerpos estarían mucho más sanos si escucháramos nuestra voz interior, pero la bulla y el murmullo mental constante que nosotros mismos producimos con tanto apuro, intentando colmar nuestras horas con actividades, es tan fuerte, que no dejamos que el silencio nos deje escuchar…
……Hoy es el momento…tiempo de bajarse un momento de la rueda de la vida, aprovechar que el Universo nos habla, amar el tiempo que nos sobra, sin prisas ver pasar las horas del reloj y sonreír frente a sus agujas que se mueven y avanzan inexorablemente….